APOCALIPSIS 1
+ 8 Yo soy el Alfa y la Omega,
principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
+ 11 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
+ 17 No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
+ 11 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
+ 17 No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. 19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
APOCALIPSIS 2
+ 1 Escribe al ángel de la iglesia en
Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de
los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo conozco tus obras, y tu
arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado
a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo
contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de
dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto
a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los
nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 7 El que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer
del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. 8 Y
escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que
estuvo muerto y vivió, dice esto: 9 Yo conozco tus obras, y tu
tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se
dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas
en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros
en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé
fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11 El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no
sufrirá daño de la segunda muerte. 12 Y escribe al ángel de la iglesia en
Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: 13 Yo
conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes
mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo
fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14 Pero tengo
unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de
Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer
de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también
tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo
aborrezco. 16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti
pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 17 El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré
a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita
escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que
tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice
esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu
paciencia, y que tus obras postreras son más que las
primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que
esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a
fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado
tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su
fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación
a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de
ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán
que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según
vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a
cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las
profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra
carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo
venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le
daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de
hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido
de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
APOCALIPSIS 3
+ 1 Escribe al ángel de la iglesia en
Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice
esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás
muerto. 2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para
morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de
Dios. 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué
hora vendré sobre ti. 4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no
han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas. 5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y
no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi
Padre, y delante de sus ángeles. 6 El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. 7 Escribe al ángel de la iglesia en
Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David,
el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo conozco tus
obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede
cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has
negado mi nombre. 9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a
los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que
vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he
amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo
entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo
vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu
corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y
el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. 14 Y escribe al ángel de la iglesia
en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la
creación de Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres
frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque
tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad;
y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y
desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado
en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se
descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que
veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso,
y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno
oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.
APOCALIPSIS 16
+ 15 He aquí, yo vengo como ladrón.
Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y
vean su vergüenza.
APOCALIPSIS 22
APOCALIPSIS 22
+ 7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado
el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
+ 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
+ 16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
+ 20 Ciertamente vengo en breve
+ 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
+ 16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
+ 20 Ciertamente vengo en breve
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